Pues ya está, decisión tomada y acudo a mi dentista entre eufórica y acojonada.
Vemos el famoso vídeo, veo que me ha colocado un millón de attaches y que serán 29 férulas, ARGGGGGGGG. La verdad es que me imaginaba unas menos, para seros sincera, pero bueno, p'alante!
Y casi sin darme cuenta, me coloca ya las primeras férulas, chis-chás. Ni me he enterado, la verdad. Me miro en el espejo de mano que me acerca y oh, qué es eso! ¿Unas estrellitas, marca de la casa Invisalign, en serio? ¿el márketing tiene que llegar hasta aquí, que si abro bien bien la boca se vea que la ortodoncia que llevo es Invisalign, en serio? Pues sí, a los señores estos tan majos americanos les ha parecido una gran idea añadir su logo, su estrellita, a ambas férulas, con lo que cuando bostezo parece que lleve un empaste de los negros, ¡qué horror!
Pero bueno, salvo este detalle, la verdad es que se ven muy poquito. Pero se sienten. Y cómo se sienten, qué presión, por dios!
Salgo de allí sintiéndome un poco raro pero bastante bien. Soy adulta y esto lo aguanto, me digo a mí misma. Ejem.
Por la noche veo que la cosa empieza a molestarme un poco, pero creo que es una cosa más mental que física. Igualmente, y porque lo he visto en muchos foros, me tomo un iboprufeno y a dormir, qué bien.
Al día siguiente me entra un bajón enorme. ¿¡Cómo voy a aguantar 1 año mínimo así?!! Ahí decidí poner en práctica lo que hago cuando corro y que tan bien me funciona: VISUALIZAR. Me visualizo en un año, con una sonrisa perfecta de Hola y estupenda de la muerte. Y si he llegado, hoy día 7 de Mayo de 2018, a los cuartos alineadores, es que al final remonté y me entrando en meta ganadora.
Así que ahí mi consejo: RESISTE, TEN PACIENCIA, y todo saldrá bien. En serio, la mente es poderosa y al final se puede con todo. Muchos ánimos a todas y todos!
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